Autora: Ana Smaz
Hay conciertos que marcan un antes y un después en la forma de ver a una banda, personalmente iba con las expectativas muy altas y decir que las vi superadas es poco.
Las composiciones de este grupo formado por Nina de Juan (piano y voz), Paco López (guitarra y voz), Ekain Elorza (batería), Alejandro Ovejero (bajo) y David Schulthess (teclado) son capaces de trasladarte a otro lugar, por lo menos eso es lo que sentí yo. Era como si me diluyese entre las notas, inevitablemente mi cuerpo se encontraba clavado en la butaca del paraninfo pero algo invisible volaba hacia el escenario, el que cinco personas compenetradas como los engranajes de un relog suizo transmitían al público su fuerza como un vendaval. Se palpa el buen rollo entre ellos, se nota que se lo pasan en grande y hacen lo que sea para que los demás también disfruten.
Empezaron con Planet Earth y Blue Eyes, ambos temas de su último disco ‘Air’ y la música empezó a elevarse sobre nuestras cabezas, desde la primera hasta la última fila, aplaudíamos y esto solo acababa de empezar.
La voz de esta mujer me parece una de las mejores que he escuchado, su estilo personal se mezcla con la forma en cómo se desenvuelve en el escenario; se dirigió al público con simpatía, derrochando desparpajo e hizo lo que tanto nos gusta, mostrarse como es, una persona de carne y hueso, a pesar del éxito obtenido en estos últimos cuatro años de andadura profesional.
De su primer disco ‘North’ interpretaron Attempting, Goodbye, Work y Praying entre otras. Cabe destacar en Home la destreza de Paco López a la guitarra, quien nos hizo vibrar con solos increíbles que salían, en un principio de su Gibson Les Paul y después de una Fender Stratocaster, impresionante.
Podría parecer que con letras tan buenas es innecesario incluir ninguna versión en un concierto al que vas a escuchar expresamente temas originales, personalmente no tengo nada en contra los covers y más aún cuándo hacen una interpretación tan buena de The Chain de Fleetwood Mac, grupo que admiro.
La interacción con el público, de un Paraninfo en el que no cabía un alma, fue absoluta, nos hicieron participar en los coros en más de una ocasión, como en Oh Oh o en Flying Peacefully, ellos encantados y nosotros más. Dijeron que era la primera vez que la gente se ponía en pie y empezaba a bailar espontáneamente y es que cuando sientes que un ritmo como el de Another Road te posee no lo puedes evitar.
El momento más íntimo llegó con el piano cómo único cómplice cuando sonaron los temas Sargento de Hierro, que desde mi punto de vista poético considero una de las mejores canciones que se han escrito, o Volver, ambas melodías parecen un suspiro que procede de lo más hondo del interior.
Aún no contentos con eso, para finalizar se marcaron Marry You desenchufados, a capela. Antes de desaparecer entre bambalinas se hicieron fotos con los que tuvieron la suerte de verlos en primera fila y regalaron el listado de canciones, por cierto, gracias Esther por permitirme hacerle una foto, mi memoria no da para tanto.
Este fue el final de un concierto que reviviría si pudiera dar marcha atrás en el tiempo, para aquellos que os sintáis como yo, puedo deciros que de aquí hasta final de septiembre están previstos más de veinte conciertos por toda España, también el 18 de mayo en el Festival Eñe de Londres, por si queréis planificaros las vacaciones.
cucunmolokai dice
Y poco se habla de la versiónzaca que se marcaron del Lose Yourself to dance-Daft punk (vocoder incluido ) que hizo al público saltar de la silla.