En estos tiempos de crítica fácil y fake news, queríamos romper una lanza por el excelente trabajo de esas que «la (in)opinión pública» ha denominado «las falsas autónomas del Principal».
No vamos a entrar a valorar la forma de contratación, porque ni la burocracia, ni la política de pega actual son nuestra especialidad. Pero ante el ninguneo de ciertos periodistas, que no han pisado una rueda de prensa del Teatro Principal en su puta vida, y de esos ciudadanos que opinan sin saber, debemos ensalzar, y dar a conocer, el excelente trabajo que Raquel y Marina (que así se llaman) han realizado estos años y condenar el carácter denigrante de este trato último e innecesario, así como y las críticas interesadas a una gestión y un trabajo ejemplar.
Partamos de la difusión, esa práctica infravalorada que la mayoría de teatros, concejalías y auditorios de la provincia hacen como el culo. Pues bien, durante el tiempo de estancia de estas chicas en el Principal, el teatro ha dado un salto al siglo XXI, doblando, y triplicando, el número de seguidores en sus Redes Sociales, creando una red de suscripción de Whatsapp para el público y haciendo llegar puntualmente a los medios la información referente a actuaciones (cada semana), cambios, noticias, etc. Siempre con un número de teléfono y un correo adjuntado donde remitir preguntas, quejas o peticiones de entrevistas o acreditaciones para cubrir los eventos. Cosa que otros endiosados seudocomunicadores no hacen.
Muchos se han cebado con los datos económicos de la gestión de Sanguino, obviando que el fin único de un teatro ,con mayoría de propiedad pública, no es exclusivamente vender entradas. Cuando el Exdirector del Principal, hablaba de equipo, se refería a propuestas como las entradas Canguro o dar importancia a la creación, por encima de mantener el público de zarzuelas y el snobismo de los que van al teatro porque se lo pueden permitir.
Francesc, o Paco, cuando se presentó a las últimas elecciones, sabía que una buena gestión requería algo más que la opinión de cuatro apalancados funcionarios o gente, como él, elegida a dedo. Por eso, escogió con tino, llevándose consigo a una amante del teatro que había pasado unos cuantos años tratando de levantar el Arniches y a otra chica, que entre otras cosas, gestiona la Sala Euterpe, algo que evidencia que su amor por la cultura va más allá de la simpleza de llenar un expediente o llevarse un sueldo que, en realidad, no se correspondía ni con el trabajo, ni con las horas que se han pasado en obras, ruedas de prensa, colgadas al teléfono o descubriendo que en la desfasada lista de suscriptores postales, había cientos de erratas que costaban mucho más que su sueldo en cartas, sellos y devoluciones de programas de temporada.
Desde Alicante Live queríamos agradecer todas las facilidades que ha aportado la presencia de estas dos amantes del Teatro y de Alicante a nuestra labor de difusión. Y ahora juzgaremos si una subdirectora de vuelta y al borde de la jubilación es capaz de mantener el nivel y la frecuencia de la información semanal, la cartelería renovada, el bombardeo por redes y la comodidad de recibir en tu móvil lo que va a pasar en un sitio tan importante y necesario como este Teatro sin director.
Esperemos que estas profesionales no salgan de la Provincia, porque por teatros y auditorios con necesidad de difundir correctamente sus programaciones no será.
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