Hub y tecnología. Dos términos ambiguos que unidos a un anglicismo tipo ALICANTE OPEN FUTURE, nos da, como siempre, una foto. Alcalde, rector, empresas digitales (que ahora proliferan como las tiendas de vapeo de hace unos años) y el resto lo hace la frase mágica de «la colaboración público-privada». Con Telefónica y el Sabadell como cicerones.
Entre las bambalinas, todo suena perfecto. Apuesta consistente, tres cabezas visibles, una sede espectacular en el Ático de la SEU de Alicante (c/San Fernando) y mil preguntas en el Aire… que como siempre, nadie contesta.
No es momento de críticas. Más bien, de pensar en transversalidad. Y justamente éso, es lo que se echa de menos en estos grandilocuentes anuncios en los que nadie habla de cómo repercute ésto, realmente, en la ciudad, en su comercio, en el turismo, en el modelo económico… para el hombre de a pie, ésto no es más que otro galimatías con muchos encorbatados y poca miga que llevarse a la boca.
¡Mola el ático de 600 metros cuadrados! ¡Está genial vender que se generarán 40 puestos de trabajo! Otro espacio más para networkings, realización de eventos, un jardín vertical (como el de Cigarreras) como parte verde… y ¿qué va a pasar con GLUB o con el ULAB o con el HUBITAT de Mutxamel? ¿Van a desaparecer los talleres de Cigarreras? ¿se trata de un cambio de ubicación? ¿Una excusa para no conectar el Centro de Alicante con la «ciudad de la luz»? ¡Hostia! Se habla de tecnología, pero no de I+D, ni de la aportación real de cada institución, ni de Telefónica, ni de la UA, ni del Sabadell.
La clave del emprendimiento es tener un proyecto sostenible. Algo palpable que vender. Y no milongas que solo atraen a los que se olvidan de leer la letra pequeña. A ver ¿Qué ofrece Alicante que no ofrezca Valencia, o Madrid, o Barcelona, o Murcia (todos con sus áreas tecnológicas)?
Según el Alcalde: «Alicante tiene todas las características para convertirse en un laboratorio espectacular a nivel mundial para cualquier tipo de desarrollo tecnológico y para eso hemos hecho un ofreciendo a Telefónica que ha apostado por desarrollar nuevos proyectos en la ciudad que muy pronto se harán realidad». Si cambias Alicante por Bogotá, Santiago de Compostela o Buenos Aires, el humo es el mismo.
Resulta que el «ALOF», cuenta con 8 proyectos (la mitad, por ejemplo, de los que eligió el Impulsa Cultura 2019 (de 84 presentados), que sigue esperando su Hub). En la letra pequeña el Gaming, los drones y, ¡Olé! una solución para vender más viviendas a clientes internacionales. O lo que es lo mismo, inflar la burbuja inmobiliaria, éso sí, con tecnología.
Y en este punto, retomamos la transversalidad. La que se resume en: vamos a encarecer la vivienda, llenar la ciudad de jubilados extranjeros, mientras se beneficia a las grandes empresas, hasta que esas mismas multinacionales se llevan su dinero a otra ciudad, o a otro continente en el que la producción sea más barata.
Alicante se queda con un bonito ático y otro proyecto de ciudad en el mismo zurrón que «la del sol», «la del cine», «la del emprendimiento», «la del futuro», «la de los hoteles grandes vacíos», «la de Ortiz» y «la del chabacanismo». Eso sí, con mucha gomina y mucha corbata. Que para ésto del pelotazo la imagen es más importante que una línea consistente sobre la que erigir las construcciones.
La siguiente, intenten vender algo que nos podamos creer. Con menos anglicismos y un poco más de realidad.
Bravo! 👏👏👏