No sé si esta ciudad necesita más un derribo de fronteras o es más importante que los alicantinos, y las alicantinas, aprendan a hacer juntos algo, aunque sólo sea de vez en cuando. El caso es que, por una vez, con un libro como excusa, ambas cosas tuvieron lugar en el quinto cumpleaños de un lugar diferente llamado Viva la Pepa.
Sobre el escenario 5 autores y 5 artistas interpretando sus respectivos textos. Fuera de él un lleno espectacular de gente dispar (la mayoría artistas) y buen rollo, que a esas horas del sábado no suele ser lo más habitual.
Tras un breve discurso del editor, Juanjo Cervetto, Ana Haligua interpretó uno de los microrelatos de Esther Abellán con la autora en voz en off participando en la performance con la inocencia como velo y los sueños flotando en el ambiente.
Me tocó acompañar el relato de Lydia Na con una canción que desde que leí «Ciudad» asocié con la idea que creo que ella quería transmitir. Cada mundo tiene un sinfín de descripciones y muchas veces los adjetivos coinciden o definen espacios que, aunque alejados, cumplen una misma función. Hay cosas que podemos cambiar, y otras que están ahí erosionándose mientras el tiempo pasa.
Gaelle Maurelli convirtió el pequeño escenario en la fachada de un hotel. Las banderas son trapos a las que se les da un estigma que no tienen. La utopía que ondea en mi cabeza se convirtió en un teatro improvisado, feminista y con una fuerza capaz de hacer arder los colores para que el blanco, más que una rendición sea un punto de partido.
Con Velandia en Colombia, el niño de Pepa Navarro lloró en la voz de Goya Riera. Letras de los secretos para un fin de fiesta que acabó con un brindis y un ¡Viva la república! precediendo un brindis con mistela.
El resto de fronteras cayeron en la intimidad de las conversaciones privadas que se fueron produciendo. Más allá de una excusa para unirnos, encontramos otro punto de partida hacia un mañana en el que los relatos los escribirán otros, y otros, también, teatralizarán los momentos, o cantarán la vida, o disfrazarán la realidad para convertirla en lo que muchos queremos.
Mientras más empujemos, más fácil será todo…
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