La semana pasada, un lector de la web nos «echaba en cara» que alicantelivemusic.com fuera gratuito. Su argumento era algo así como que la gente no valoraba nuestro trabajo, porque no tenía que pagar por tenerlo.
En parte, tenía razón. De hecho, estamos sopesando crear un método de suscripciones adaptado a todo el trabajo que hacemos. Pero hay dos frenos que nos separan de la ligereza de otros medios que han optado por estos mecanismos o el de publicitar sin mirar lo qué:
- La labor divulgativa de esta web.
- Su transversalidad.
No es fácil encontrar un equilibrio cuando tratas de unir dos conceptos tan alejados en algunas mentes como CULTURA Y NEGOCIO. A nosotr@s mism@s nos costó un tiempo entenderlo y casi más tiempo, aún, transmitirlo. Hasta que, de repente, lo vimos claro. Resulta que hay un entramado industrial más que profesional dentro de la cultura alicantina. Ellos son el motor de que todo lo que vivimos los amantes de las artes de aquí funcione. Pero, pretendiéndolo o no, fomentan un ejemplo al que, poco a poco, tod@s vamos contribuyendo.
¿Cómo? En nuestro caso: con objetividad y con criterio. El lector puede hacer una aportación puntual, pero a nosotr@s los que nos dan de comer son los buenos gestores culturales. Esos no sólo pagan al artista en si, entienden que entorno a un evento se generan puestos de trabajo, comercio, turismo y ganancias económicas que repercuten no sólo en el empresario que pone todo en marcha, sino en todo lo que rodea a su negocio.
En esa parte estamos nosotr@s. Pero también los bares, las marcas de cerveza, los desempleados que encuentran una vía diferente a ser camarero, los restaurantes, los taxistas, las empresas de comunicación, las de management, los ilustradores que hacen los carteles, los culturetas, las empresas de autobuses… De una buena elección, se generan beneficios que se reparten y se retroalimentan. Un buen empresario sabe de la importancia de la imagen, de la difusión, de la venta de entradas, del hecho de contentar al artista cuidándolo y pagándolo puntualmente, o atendiendo a sus peticiones (por muy raras que sean)…
Nosotros cobramos de transmitiros lo que ellos hacen bien. ¿Y sabéis una cosa curiosa? Normalmente, esos que lo hacen bien, son también, los que programan las cosas que nos gusta publicitar a nosotros y os gusta consumir a vosotros. Lo que facilita que la objetividad y el criterio, también tengan su continuidad. Porque, al fin y al cabo, tenemos los clientes que queremos tener. Y éso facilita las relaciones entre ellos y nosotros, y nosotros y vosotros.
Para que todo ésto terminara de cuadrar harían falta 4 factores:
- Que las instituciones locales apoyaran la cultura. No la foto, ni la tontería. Si hay gestores, basta con saber ceder los espacios, no poner trabas, o ¿por qué no? ayudar a financiar todas esas locuras que muchas veces son inviables. Tan simple como dejar hacer, al que lo sabe hacer… bien.
- Que las empresas/comercios locales formaran parte de la rueda. No sólo aprovechándose de la disyuntiva, sino ayudando a hacer crecer la industria.
- Que los artistas locales entendieran la importancia de diferenciar la profesionalidad del arte aficionado. Hay que facturar, hay que pelearse con quien no cumple las reglas, no hay que saturar, hay que ayudar a crear sinergias, establecer mínimos, contribuir a la creación y, sobre todo, pensar más allá de uno mismo. Al fin y al cabo, si contribuyes a crear un circuito, o a fomentar un convenio… a lo mejor, más que tirar el precio de todo, fomentas el criterio, la opción de intercambios entre poblaciones y, lo más importante, la dignidad de ser artista, que no está reñida con no tener telarañas en tu cuenta corriente.
- Y aquí llega la no gratuidad de lo que, entre todos hacemos: El boca a boca del PÚBLICO. ¿Por qué somos tan críticos con lo que no nos gusta? Porque os necesitamos para cambiarlo. Somos conscientes de que trabajamos en una de las provincias más templadas de España. Los que se desentienden de todo son mayoría.
Si no nos creéis, mirad vuestros muros de facebook y contad cuantas cosas que os gustan compartís, y cuántas mierdas insustanciales habéis colaborado a extender. El trabajo que no deberíamos hacer gratis, es ponéroslo tan fácil: llevaros la información a vuestro facebook, a Twitter, a Instagram, a Whatsapp, a Telegram… qué podáis comprar entradas en un click, o que metamos en una agenda lo puto mejor de lo que esos grandes gestores y algunos ayuntamientos programan.
Lo que vosotros aportáis a la cultura, aparte del hecho de ir, es la contribución al desarrollo de su difusión a través de compartir éso que consideráis bueno. No firmáis vosotros, pero podéis compartir la crítica con la que os sentís identificados. Quizá no tengáis hijos, pero seguro que tenéis amigos, primos, AMPAS o vecinos que sí que estarían interesados en los eventos de Llibres Chus, La Fábrica de Paraules, Al Otro Lado de la Parcela, Clowndestino… pero es más fácil compartir un vídeo porno o un meme estúpido, que la programación del TNT Blues o el Quatre Estacions. O ese ciclo de jazz, al que luego te quejas porque no tienes con quien ir, o porque no se repite, porque al no compartirse, nadie supo que tuvo lugar.
Nosotr@s creamos nuestro modelo de negocio, retroalimentado con lo que Baltimore, Danra, Meet & Live, Elxalcarrer, Artenbitrir, Doble13, La Tapia, Fabemol, Gema Over, Tramoya Teatro, Genion, la KAKV, Santa Leonor, María Cortés, Marina Torreciella, Euterpe, El Jendrix, Söda, Un Fulgor de Moda Antónima, Movidas Ardillas… hacen. Os contamos lo que todos ellos hacen, pero todos seríamos más grandes, y haríamos más grandes a los bares que giran en torno a los centros neurálgicos de la cultura, y a los técnicos, y a los transportistas, y a los restaurantes… simplemente con que si algo de lo que hacemos os gusta, lo extendiérais y ayudárais a poner en marcha por fin, el boca a boca que lleva tantos años silenciado y parado en esta Costa Blanca que, entre tod@s, podemos colorear con cultura.
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