- Ellas: Anita Antón & Inés Saavedra
- Fecha: 30 de marzo de 2019
- Lugar: El Taller Tumbao
- Autor: Antonio López
- Vídeo: Victoria Lourdes
Un encuentro atemporal hizo que estuvieran muy cerca, la española de Anita, la acústica de Inés, y que el sol, que acababa de ponerse hacía un buen rato, animara y despertara cual chacarera a los corazones del público reunido en el Tumbao.
Entre canciones como “Mujeres y mujeres”, “Marzo”, “Me iré”, “La flor de los almendros”, “Barro”, “Que me viene el soul”, y un cuidado repertorio en el que nos regalaron hasta una versión de un tema de Manolo Copé, las dos cantautoras nos llenaron el corazón un sábado por la tarde.
Inés y Anita son dos artistas que se unen para hacer algo hermoso, sin concesiones a una posible lucha de egos, todo lo contrario. La una escucha y sonríe a la otra mientras espera a regalar una cuidada segunda voz que engrandece y hace más bella la melodía. Ambas se obsequian mutuamente, con generosidad, y eso llega al público. Por lo menos eso es lo que uno siente, y aunque un servidor las escuchó juntas hace algún tiempo, lo cierto es que en esta ocasión, el pasado sábado en la sala El Tumbao, las redescubrí de nuevo.
Un concierto de esos que quedan “redonditos”, y que te hace volverte a casa más feliz el día en el que nos roban una hora de sueño.
No se pierdan la ocasión de escucharlas en cualquiera de los conciertos que ambas, ya sea en solitario, o acompañadas con otros artistas de la Asociación de Cantautores La Explanada, van realizando por las salas de la provincia.
Por poner un pero, diría que aunque Inés Saavedra tiene una carrera más extensa que permite escucharla en canales como Spotify o en formato cd, ya va siendo hora de que Anita Antón se anime a grabar algunos temas en estudio y poder escucharlos más allá del escenario. Lo digo porque yo todavía tengo un coche con reproductor de cd, soy así de vintage.
No obstante, las redes están ahí, y en ellas, concretamente en el canal de Victoria Lourdes, es muy fácil encontrar las canciones tanto de Inés como de Anita.
No sé si las artistas mencionadas leerán esta humilde crónica, pero si lo hacen, les pediría que a pesar de que son grandes en solitario, no pierdan la oportunidad de seguir haciendo cosas juntas, ya sea Anita e Inés, o Saavedra y Antón, me da igual, pero tengan en cuenta que las ecuaciones complejas nunca tendrán armonía más dulce que esta sencilla suma.
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