¿Cómo te ha cambiado la vida el Covid?
Lo negativo, todos lo sufrimos en nuestras carnes, unos más y unos menos, de ahí los rebrotes. Pero con esto del «confinamiento radical» y con todo el tiempo que hemos tenido para ver series, bebernos litros de vermut y cerveza en casa o cocinar pan, han proliferado dos nuevas modas que, al menos, ponen un punto de humor a todo ésto.
La primera, muy cultural, es que agotados los tops de pelis y series de las plataformas modernas, hasta mis amigos menos culturetas han empezado a pedirme clásicos de Buñuel, Fellini, Truffaut, Kurosawa, Masumura, cine finlandés o iraní… nunca pensé que me haría un cineforum por Zoom de «Primavera Tardía» con gente que, fuera de las pelis de Marvel, no ha ido al cine en su puñetera vida.
Lo mismo dirán de mi, los que me vean disfrazado de narcolímpico (que cantaba el Lichis, en ese clásico atemporal llamado «En una tarde soleada de domingo en Moratalaz») cruzándome con los otrora culturetas que ahora le quitamos el polvo a nuestros chándales de tactel de los 80 y esas mochilitas donde se mezclan botellas de cerveza y de Aquarius.
El sábado en Informe Semanal (sí, todavía existe como os habréis dado cuenta ahora que tenemos que alternar sin castigo parejil en el sofá), el hijo del director de Plácido, El Verdugo o Bienvenido Mr Marshall contaba en un homenaje en imágenes, que su padre siempre le decía que un Berlanga nunca se aburre porque tiene imaginación.
¿En qué nos ha cambiado la vida el Covid y el confinamiento? En que, algunos, hemos recuperado la imaginación. Echo de menos la cultura en vivo, socializar, o darme un homenaje sin contar los metros a los que tengo la mesa más cercana. Pero pasado el boom del pan hecho en casa y agotado el libro de recetas dulces, estoy más despejado, más delgado, duermo mejor, bebo un poco menos y mis amigos hablan de Kafka, historia o cine polaco, en vez de de fútbol y «la isla de las tentaciones».
No penséis que esto es un alegato proconfinamiento. Pero, de vez en cuando, no viene mal verle el lado «positivo» al asunto.
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