Que Alicante es LA CIUDAD DEL ARROZ es una evidencia que no requiere viajes a «Madrid Fusión» ni el postureo de la vicealcaldesa y la Concejala de Comercio del Ayuntamiento de Alicante. La gastronomía de Alicante crece, más bien, en el paladar de los cada vez más entendidos gourmets locales, capaces de distinguir un buen arroz de una mierda precocinada servida a un guiri que acude, a la llamada de la moda de los tenedores sofisticados, sin más «receta» que la que el jodido Tripadvisor ofrece.
Precisamente por eso, no todo vale y va siendo hora de que alguien ponga un poco de caché en este juego con una Q de calidad, un label distintivo o alguna guía que diferencie lo exquisito de lo nauseabundo, para que, de ninguna manera un visitante pueda irse de Alicante sin decir que sí, que somos, sin duda la tierra del arroz y que nuestras más de cien variedades y formas de prepararlos son un lujo único y exclusivo, acorde con el crecimiento de estrellas Michelín en el territorio, los vinos de Denominación de Origen (cada vez mejores) y platos propios, con label de La Terreta, capaces de atraer a los mejores catadores peninsulares y del resto de rincones del mundo.
Ayer Jaime Iborra y Joaquín Selma y hoy Moncho Riquelme, darán buena cuenta de la exquisitez suprema del plato estrella de la gastronomía local. Ellos, y todos los maestros del arte de igualar, son los primeros que deberían escandalizarse viendo como en La Explanada o en la Calle Mayor de Alicante se tira por la borda la fama a base de granos congelados con ingredientes que no vienen precisamente de un puesto del Mercado Central.
Si en el epicentro del turismo no se mide la calidad con algún tipo de medida que impida llamar «arroz alicantino» a esas bazofias reblandecidas y abufadas, de poco valdrán las campañas, las llamadas y las buenas intenciones. Así que a ver si este buen comienzo se transforma en la piedra angular de una campaña mucho más certera, que reivindique la calidad y condene las negligencias a base de establecer criterios que los que pretendan vender «arroz alicantino» tengan que cumplir a rajatabla.
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